viernes, 29 de mayo de 2009

Asamblea de Cooperativa: Para que nadie se lleve a engaños


Soy consciente de que este blog recibe cada día menos visitas y yo no hago nada por aportar novedades que las atraigan. A pesar de ello, en los dos días transcurridos desde la celebración de la última Asamblea de la Cooperativa de Auto-Taxi (en adelante, CAT) el número de visitantes se ha incrementado hasta los niveles que registraba en la fase más caliente del proceso que culminó con la concesión de nuevas licencias. Sé perfectamente quienes son y no quiero decepcionarles. Por esa razón y por otra mucho más importante como es la de informar me decido a escribir este artículo.

Puede que algunos no sepan que en la última Asamblea de la CAT se sometió a votación el ingreso solicitado por Iván Vela y por quien esto escribe. Previamente y en cumplimiento de los Estatutos de la CAT, se hizo efectivo nuestro derecho de dirigirnos a la Asamblea y así lo hicimos.
Debo, en primer lugar, reconocer aquí lo que ya admití en mi alocución:
Agradecer el tono cortés de los que se quedaron a escuchar y, además, el tono respetuoso de los que, supongo que a modo de protesta contra mi persona, salieron de la sala cuando tomé la palabra.
En mis planteamientos previos, influido por la actitud de LuisMi y los suyos en la anterior Asamblea, supuse que los caciques del gremio habrían organizado algún recibimiento hostil en la seguridad de que en mi presencia no se atreverían a señalar mi afiliación a UGT como un motivo para denegar mi admisión tal y como hicieron con los compañeros que lo solicitaron hace un año.
No fue así y vaya por delante mi reconocimiento.
Pese a que algunos se hicieron notar, mi intervención fue libre y, hasta cierto punto, cómoda.
En el uso de esa libertad, debo decir que, tal vez, no utilicé adecuadamente mi derecho de audiencia y dejé pasar la oportunidad de informar a los presentas de algunas particularidades que pudieran interesarles. Así lo tenía preparado en mi escrito para el caso de que la actitud de los de siempre me hiciera olvidarme que la Asamblea era de Cooperativa y no de la Asociación de LuisMi. La razón principal de ese cambio de planteamiento fue la de respetar lo pactado con Gayán unos días antes. Si él ponía de su parte para que pudiéramos expresarnos con libertad, nosotros nos limitaríamos a cumplir el trámite de audiencia olvidando otros objetivos paralelos.
Gayán cumplió y yo, creo, correspondí.
En lo que no cumplió Gayán fue en su obligación de informar a los socios de las consecuencia que pudiera tener la más que probable negativa de la Asamblea a nuestra Admisión. Es más, en mi opinión Gayán manipuló la información de la que dispone.
Veamos por qué digo esto.

1º. Dijo Gayán que el Consejo Rector nos había denegado la admisión.
FALSO. El Consejo Rector no contestó a nuestra solicitud. Es ajustado a derecho no hacerlo y así se contempla en los estatutos. Pero Gayán manipuló la verdad en la Asamblea. Así se lo hice saber a los que me escucharon.
La única razón para que Gayán no contestara es que según esos estatutos estaba obligado a argumentar su negativa y ni Gayán ni su Consejo Rector tienen un solo argumento para negarnos la admisión. Y no lo tienen porque los estatutos por los que se rigen no los contemplan. Nosotros cumplimos todos los requisitos para pertenecer a la Cooperativa y Gayán lo sabe.

2º. Dijo Gayán que para ganar en los tribunales se veía obligado a cumplir con el trámite de audiencia a los recurrentes. Que si los asistentes querían que la Cooperativa ganara como en el recurso a la Asamblea anterior que otros interpusieron, debía cumplir con ese trámite.
GAYÁN NO CONTÓ TODA LA VERDAD Y SE COLGÓ UNA MEDALLA INMERECIDA. No quiso contarle a la Asamblea que en la demanda anterior NO GANÓ sino que PERDIERON LOS OTROS. Y perdieron por un defecto de forma. No quiso contarle a la Asamblea que el veredicto no entró en el fondo del asunto por ese mismo defecto de forma. Es decir, el juez no juzgó si los demandantes tenían o no derecho a entrar en la Cooperativa. El juez dictó sentencia a favor de la Cooperativa porque los demandantes presentaron la demanda con un defecto formal.
Puede estar seguro Gayán de que eso no se repetirá en nuestro caso.

3º. Tampoco contó Gayán las consecuencias jurídicas que podrían darse en caso de que nuestra demanda prosperase y ganáramos.
La responsabilidad civil sería de la Cooperativa y las costas e indemnizaciones repercutirían en el bolsillo de los socios.

4º. Y LO MÁS GRAVE. Gayán no contó a sus socios que el acuerdo con las instituciones para la cesión o venta de terrenos y las subvenciones otorgadas para la construcción de las actuales instalaciones de la Cooperativa estaban condicionadas a que todos, es decir, TODOS los taxistas de Aragón pudieran ser socios de la misma de acuerdo con el principio cooperativo de libre adhesión y libre retirada que establece la Alianza Cooperativa Internacional; principios que por ley debe cumplir la Cooperativa de Auto-taxi de Zaragoza que de forma tan arbitraria dirige Jesús Gayán.

CONSECUENCIAS: Que cada cual se las imagine.
Lo que nadie puede dudar es que yo seguiré peleando hasta el final por mis derechos y los de mis compañeros.
Todos somos dueños de nuestros actos y responsables de sus consecuencias. Los jueces tendrán la última palabra. Por tanto, que nadie alegue ignorancia y que cada palo aguante su vela.