
Si finalmente se aprueba la subida propuesta del transporte público urbano en Zaragoza (11% para el bus y 1'8% para el taxi), dicha subida entrará en vigor el 1 de enero de 2010. Obviamente ese incremento de precio lo recogerá el IPC acumulado del transporte cuando dentro de un año se haga público (noviembre de 2010).
Supongamos un escenario muy lógico en etapas de crisis. Algo parecido a lo que ha ocurrido este año:
- Subida mínima de los carburantes (este año han bajado casi un 15% respecto de 2008).
- Subida mínima de los vehículos y repuestos (este año han bajado más del 1'5%).
- Subida mínima de la Seguridad Social y seguros.
- Subida mínima de los garages (este año han bajado casi un 12%)
- Subida mínima de tasas e impuestos.
Pues bien, en ese caso (supuesto pero esperable), nuestros costes de producción se habrían elevado mínimamente mientras los precios de consumo del transporte público lo habrían hecho de manera notable dada la mayor ponderación que tiene en el IPC del transporte público urbano el precio del bus (subida del 11%).
En el escenario propuesto no sería de extrañar una subida del IPC sectorial, para noviembre de 2010, por encima del 7% dada la tendencia de los Ayuntamientos (no tienen un euro) a repercutir más en el billete el precio real del servicio para ahorrar en subvenciones.
Si se diera esa subida del 7% del IPC sectorial y dentro de un año se aprobara una subida del 2% en las tarifas del taxi no significaría que para 2011 íbamos a perder el 5% de poder adquisitivo puesto que nuestros costes de producción apenas habrían subido. Tampoco este año hemos perdido poder adquisitivo respecto de los costes de producción. Lo hemos perdido por la pérdida de clientes.
Aunque algún espabilado diga por ahí lo contrario, con la subida propuesta del 1'8% para 2010 ganamos el 1'4% respecto del IPC general (subida del 0'4% y baremo para actualizar salarios y pensiones) y alrededor del 6% respecto de nuestros costes de producción que este año han bajado de manera notable.
Si seguimos con esta política de precios nos alejamos a pasos agigantados del poder adquisitivo de gran número de clientes potenciales. Cierto que algunos de ellos no lo notarán o no tendrán más remedio que echar mano de nosotros pero muchos otros se irán perdiendo sin remedio.