domingo, 24 de febrero de 2008

Igual no lo dejo.

Qué cosa más extraña. Después de que el Ayuntamiento haya decidido que las 60 nuevas licencias tengan un precio de 60.000 euros mientras se cargaba el descanso semanal de los taxistas, los actuales titulares parecen la mar de felices. Los asalariados tendrán que pagar por sus licencias. ¿Se dan cuanta de que la actual demanda tendrán que compartirla con un mínimo 230 taxis más? ¿Ya no les preocupa en cuánto disminuirá la rentabilidad de la hora trabajada? Ahora se ve que a los titulares que se oponían a la ampliación de la flota ni les preocupaba la falta de trabajo ni su calidad de vida. Su única preocupación era joder a los asalariados. Qué buenos "compañeros" son estos muchachos.
Me alegro de comunicarle a esos "compañeros" que he recibido de la más importante editorial aragonesa una más que generosa propuesta para escribir una novela sobre todo este asunto. Puede que así pague la licencia y me quede en el sector. ¡Qué paradoja! Paco Rubio contribuyendo a que LuisMi consiga su máximo anhelo: La fama mundial.
Estoy convencido de que os hace felices el saberlo porque el beneficio de un trabajador siempre alegra a sus compañeros. ¿O no?

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